Hay momentos en la vida donde el alma necesita más que palabras, necesita presencia. En medio del ruido cotidiano, Noches de Adoración se convierte en un espacio sagrado donde volvemos al centro: la presencia de Dios.
No se trata de un concierto, ni de una rutina. Se trata de una cita con Aquel que nunca falla. Las luces se apagan, la música comienza, y algo cambia. El cielo se abre.
Cada nota, cada voz, cada silencio tiene un propósito: acercarnos más a Él. Durante estas noches, hemos visto corazones quebrantados siendo restaurados, lágrimas que sanan, y abrazos que reconcilian. Personas que llegan con cargas, y se van en libertad.
Dios no busca voces perfectas, busca corazones rendidos. Y eso es lo que traemos cada noche: lo que somos, con lo que tenemos, para que Él haga lo que solo Él puede hacer.
Te invitamos a que no te pierdas la próxima. Ven como estás. No necesitas tener todo resuelto. Solo ven, y permite que Dios te hable en lo profundo. Porque en Su presencia, todo cobra sentido.
“Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” – Mateo 18:20
Martes – Noches de Adoración
7:30 PM